Y nosotras como flanes ante una mujer con tanta "personalidad". Nuestra primera sorpresa fue que aceptara la invitación que le cursamos en su momento. A partir de ahí todo han sido preparativos para que se sienta cómoda.
A la Pompón, no es fácil sacarla de París y menos de su Atelier de Montmartre con su inconfundible aroma a lilas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario